La lateralidad es el dominio que tiene un hemisferio de nuestro cerebro sobre el otro y se manifiesta por la preferencia que tenemos para hacer trabajos que requieren de precisión con un lado de nuestro cuerpo sobre el otro.
En un principio, el ser una persona diestra o zurda se cree que depende de dos factores: la herencia y el adiestramiento (experiencia) pero no se sabe con certeza que es lo que hace que una persona sea zurda o diestra. Pero en ningún caso debemos considerar el ser zurdo como un defecto o una manía al que hay que corregir.
Un paso muy importante para conocer nuestro cuerpo es reconocerlo cuando nos miramos en un espejo. Esta es una habilidad que poseen muy pocos animales. Las personas si podemos reconocernos cuando nos vemos reflejados un espejo. Esto sirve en un principio para reconocer primero nuestras partes del cuerpo y luego la de los demás.
A pesar de que veremos nuestra mano izquierda reflejada a la derecha de nuestra imagen en un espejo. Esta es una habilidad en la que habitualmente no nos paramos a pensar, pero si que nos llama poderosamente la atención cuando existe algún tipo de alteración ya que pone de manifiesto si tenemos algún tipo de disléxia.
La disléxia es un síndrome que se manifiesta como una dificultad para la distinción y memorización de letras o grupos de letras, falta de orden y ritmo en la colocación, mala estructuración de frases, etc.; que se hace patente tanto en la lectura como en la escritura.
Este síndrome se debe a un proceso de lateralización mal definido que crea en el individuo una gran confusión para distiguir entre la derecha y la izquierda; o arriba y abajo.
Este es un concepto que se suele asimilar a la lecto-escritura pero que abarca todas las conductas en las que debamos utilizar estos conceptos.